Mafalda, un ícono en la historia del comic argentino
Mafalda es un verdadero ícono de la hisorieta argentina. Pensada para un aviso publicitario de un electrodoméstico, termina haciendo su debut como protagonista de una tira cómica en las páginas del semanario Primera Plana el 29 de setiembre de 1964.
Traída al mundo por el trazo y el ingenio del talentoso humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado, Quino, se convierte en la niña prodigio de la década del sesenta y setenta.
Mafalda es una pequeña, entre seis y ocho años, que asume toda la inconformidad de la humanidad.
Vive en confrontación permanente con el mundo de los adultos, a quienes subestima y hostiga recurrentemente por desentenderse de los problemas que afectan al planeta: sociales, económicos, políticos, educativos, ambientales y demás…
A medida que su éxito se consolida, su entorno amistoso y familiar se va ampliando con personajes como Felipe, Susanita, Manolito, Miguelito, Libertad, su hermanito Guille y los papás.
De todos ellos, Felipe es su mejor amigo y su complemento ideal. Toda la seguridad y rebeldía de Mafalda se contrapone con la simpleza e ingenuidad de su compañero.
Como en toda historieta con impronta social, las imágenes y las palabras de sus viñetas son por demás elocuentes y movilizadoras.
Sus comentarios y ocurrencias continúan siendo el reflejo de una sociedad, que más allá de la globalización y los avances tecnológicos, sigue tropezándose con los mismos obstáculos que le impiden madurar democráticamente.
Mafalda es nuestra pequeña heroína que alza la voz, desde su pequeño universo, contra los que tienen el poder y les falta capacidad y ética para ejercerlo. De ahí que sus reclamos trascendieron las fronteras argentinas para escucharse por toda Latinoamérica.
A pesar de sus reproches, Mafalda deja abierta la posibilidad de que cada año pueda traer implícita una esperanza.
Será una utopía preguntarme …
¡Mafalda, me sorprende de una pequeña tan atrevida esa actitud de desconfianza! Sos y seguirás siendo un referente valioso de la cultura argentina y no me cabe duda de que tus lectores del nuevo milenio se encargarán de hacer de tu utopía una realidad.
Publicado por Susana González
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