La deconstrucción de una Victorinox
La marca. Victorinox en el mundo es sinónimo de la emblemática Swiss Army Knife o navaja del Ejército suizo, una herramienta única que se caracteriza por traer diferentes combinaciones funcionales.
Por Cecilia Acuña
Por Cecilia Acuña
La revolución. La trascendencia histórica de la Victorinox se fundamenta en la idea revolucionaria sobre la que se basa su diseño: una navaja compacta, portable y resistente que ofrecía distintas funciones en una sola herramienta.
La historia. Fundada en 1884, Victorinox es la proveedora oficial del Ejército suizo desde 1891, de ahí el escudo con la cruz blanca. De nombre original Victoria -bautizada así en homenaje a la madre del fundador-, cuando en 1921 las piezas comenzaron a fabricarse con acero inoxidable, se incorporó la palabra INOX a la marca.
La serenidad suiza. Pensada para un ejército que lleva más de quinientos años de paz, la empresa tuvo la astucia de no encasillarse en un único mercado, sino que supo extender sus dominios más allá de los usos militares para transformarla en el símbolo de las conquistas pacíficas de la humanidad.
La supervivencia. La Victorinox ha protagonizado aventuras inolvidables en la tierra, el cielo y el espacio. Entre los usos más destacados de su historia, el modelo 5044 forma parte del equipamiento estándar de cualquier astronauta de la NASA. Además, nunca falta en el kit de herramientas de supervivencia de exploradores de lugares inhóspitos, como el monte Everest o el Ártico.
El diseño. Tanto por su diseño innovador y eficiente como por su funcionalidad, el modelo insigne de Victorinox, la Swiss Champ, se encuentra en la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Las funciones. Destornillador, sacacorchos, tijera, regla, palillo para dientes, sierra metálica, cincel, lapicera, enhebrador y lupa son algunas de las hasta 33 funciones que puede traer una Victorinox en sus modelos clásicos. Las versiones más nuevas pueden incluir reloj digital, despertador, memoria USB, termómetro y medidor de marcha, entre otras utilidades.
La fama. Muchos de los adultos varones nacidos en los años setenta desearon con fervor una Victorinox de regalo, durante su infancia y pubertad, debido a las destrezas demostradas por MacGyver en la emblemática serie. Es que la navaja suiza es una de las aliadas del agente en cada una de sus misiones: con ella y con unos pocos elementos, MacGyver era capaz de armar y desarmar lo que fuera para salvar su vida o la de otros.
La virilidad. Un 90% de quienes fueron adolescentes en los noventa llevaron la Victorinox -o alguna de sus imitaciones- en sus bolsillos como un símbolo de virilidad masculina y de destreza manual en cuestiones técnicas o mecánicas.
La bicicleta. Victorinox también ha conquistado el universo de las bicicletas: la Swiss Army Bike Tool trae cinco herramientas esenciales, condensadas en menos de cien gramos de peso: estuche a prueba de impactos, palanca en L, montante para puntas de acero inoxidable, ocho puntas para los tornillos más comunes de la bicicleta y dos sacacubiertas de plástico.
Los números. La fábrica de Victorinox produce a diario unas 34.000 navajas clásicas en cien modelos diferentes, alrededor de 43.000 herramientas de bolsillo con más de trescientas variaciones y más de 43.000 cuchillos por día para uso doméstico y comercial.
La original. La navaja original está formada por dos muelles que integran un total de seis herramientas en una sola: una cuchilla grande y otra chica, un destornillador, un sacacorchos, un abrelatas y un sacabocados. La revolución del diseño consistió en que permitió sumar funciones al producto sin aumentar el tamaño y el peso.
El negocio. A finales de los años ochenta, la empresa decidió reaccionar frente a las numerosas imitaciones chinas y amplió la gama de sus productos, incorporando una exclusiva colección de relojes junto con una línea de mochilas y equipajes, de fragancias y de moda para hombres y mujeres.
La competencia. Las Wegner se disputaron con Victorinox el dominio del mercado de navajas hasta el año 2005, cuando la creadora del Swiss Army Knife adquirió a su enemiga corporativa para neutralizarla.
Las confiscadas. La estrategia no pudo haber sido más acertada, considerando el efecto que tuvo el atentado del 11 de septiembre sobre las ventas en las tiendas de los aeropuertos, junto con la confiscación de las navajas de bolsillo en los controles de seguridad. Hoy se pueden comprar lotes de Victorinox provenientes de pasajeros que tuvieron que abandonarlas antes de subir al avión.
Lo nuevo. Con una unidad de memoria USB en distintos tamaños y capacidades, bluetooth, reproductor de música y luz de led, Victorinox Flash es testigo de la convivencia pacífica entre las últimas tecnologías y las herramientas clásicas para las que fue pensada al principio de su historia.
La variedad. Existen más de cien modelos de Victorinox ideados para distintos usos: para ir de camping, para arreglar computadoras, para salir a pescar, para jugar al golf, para cocinar, para cortar quesos, para cuidar el jardín, para hacer arreglos en casa, y hasta una versión clásica mini para regalar a futuros fanáticos.
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