10 errores que cometemos al ducharnos y pueden ser peligrosos
El baño de cada día constituye uno de nuestros momentos de privacidad más preciados y por ello debemos erradicar los malos hábitos.
Al ser uno de los momentos más íntimos de cada persona, el ritual de la ducha contiene varios rasgos que debemos evitar para no perjudicar nuestro cuerpo. A continuación diez consejos de especialistas para que las duchas sean más saludables.
Al ser uno de los momentos más íntimos de cada persona, el ritual de la ducha contiene varios rasgos que debemos evitar para no perjudicar nuestro cuerpo. A continuación diez consejos de especialistas para que las duchas sean más saludables.
No frotarse los pies
Cuando se cierra la canilla nos damos cuenta de que a los pies sólo les cayó el agua, jabón y shampoo que se escurrió durante el baño. Si se quiere evitar a los hongos y las bacterias, más te vale frotarte bien los pies mientras estemos en la ducha.
No dejar la esponja en la ducha
Después de utilizar una esponja, las pieles muertas se quedan entre los huecos. Estas pieles muertas son el cultivo perfecto para las bacterias. En vez de dejar la esponja en la ducha, asegurémonos de lavarla bien, escurrirla y guardarla en un lugar seco, que acumulará menos bacterias que las paredes de la ducha.
Secarse con la toalla demasiado fuerte
Según los dermatólogos, frotarse con fuerza con una toalla irrita las pieles delicadas, mientras que secarse al aire puede provocar las arrugas en la piel. Entonces, ¿Qué hacer? Pues es mejor utilizar una toalla mullida y sécate con toquecitos suaves, sin frotar ni hacer fuerza.
Lavarse el cabello todos los días
Según aconseja la profesional del cabello Andrea L. Hayden, las personas con el pelo fino o delicado deberían evitar aplicarse shampoo y acondicionador con demasiada frecuencia. Con dos veces a la semana basta para mantener la producción natural de grasa del cuero cabelludo y la hidratación equilibrada.
Retrasar el proceso de hidratación
Tal y como explica la dermatóloga Sejal Shah, "es importante hidratar la piel mientras aún está húmeda. Se recomienda secar la piel con una toalla, dando toquecitos suaves, y aplicar crema hidratante inmediatamente después".
No ducharse después de hacer ejercicio
Después de hacer ejercicios es necesario bañarse, pero eso no tiene que ser nuestra principal preocupación, sino el hecho de que dejar el sudor secar en la piel, ya que permitiría que las bacterias proliferen y puede provocar sarpullidos y erupciones cutáneas.
Tomar duchas demasiado largas
Las duchas largas pueden hacer que la piel pierda hidratación. También es posible que después de una ducha demasiado larga te pique la piel o se te reseque. La dermatóloga Patricia Farris, nos dice que una ducha debe durar entre 5 a 10 minutos.
Aplicar el acondicionador en la parte de arriba de la cabeza
Ponerse acondicionador por todo el pelo puede ser perjudicial. Si aplicas el acondicionador en la parte de arriba de la cabeza estarás propiciando una producción de grasa innecesaria en el cuero cabelludo. En vez de eso, céntrate en las raíces del resto de la cabeza. Ese es el área que requiere más hidratación y atención.
No terminar la ducha con unos segundos de agua fría
Acabar la ducha con agua fría puede ser muy beneficioso. Algunos dermatólogos indican que deber mojarse por 30 segundos con agua fría antes de cerrar la canilla, ya que la inmersión en agua fría está asociada a una mayor tolerancia al estrés, un sistema inmunológico más fuerte, un aumento de la cantidad de grasas quemadas y efectos antidepresivos.
Enrollarse el pelo con una toalla
No es lo mejor para tu pelo, ya que hacerlo con una toalla apretada es una de las cosas que más estrés y daños causan en el cabello. En vez de eso, escurre con delicadeza el exceso de agua utilizando una toalla seca; y no lo frotes, porque así fomentarías la aparición de enredos.
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