La Gioconda: afirman que la primera versión también la pintó Da Vinci
A casi 600 años de su creación, La Gioconda sigue dando que hablar. En esta oportunidad, porque el organismo suizo Mona Lisa Foundation anunció hoy que dos nuevos estudios científicos corroboran que la “primera versión” de la obra de Leonardo Da Vinci fue también pintada por él.
Según la fundación, Da Vinci pintó el rostro de Lisa Gherardini, inmortalizada como La Gioconda, en lienzo una década antes de plasmar en madera la sonrisa más enigmática de la historia del arte.
La institución fue creada el año pasado a petición del consorcio privado propietario del lienzo, que le encargó que probara con toda la evidencia histórica y científica disponible si la "primera versión", como la llaman, fue también pintada por el genio del Renacimiento.
Su conclusión, anunciada en septiembre en Ginebra, fue que ambas obras fueron creadas en momentos y lugares diferentes para dos mecenas, pero por la misma persona: Leonardo da Vinci. Hoy la Mona Lisa Foundation anunció que dos nuevos estudios corroboran esa teoría.
El primero es el realizado por Alfonso Rubino, especialista en la geometría de da Vinci, quien afirma sin dudarlo que las construcciones geométricas del lienzo reproducen "los estadios intermedios" del artista.
El segundo estudio es un test con carbono 14 realizado por el Instituto Federal de Tecnología de Suiza, con sede en Zurich, y que habría "confirmado" que la obra fue pintada entre 1410 y 1455, y específicamente, entre 1425 y 1450.
Ante estas "evidencias", la fundación rechaza el argumento de que la pintura sería una copia de la famosa obra del Louvre, sino que sería exactamente al contrario, que La Gioconda sería una nueva versión de la primera, en la que Leonardo retiró del fondo dos columnas que enmarcaban el torso de la mujer y añadió un paisaje más elaborado.
La Mona Lisa, admirada por miles de turistas que diariamente la visitan en el Louvre, parece claramente "más mayor" que su antecesora Esta diferencia de edad es otro de los argumentos para defender la obra porque, según la fundación, si fuera una copia, el que la plagió habría copiado exactamente a la original.
El mismo fundamento se usa para el hecho de que el bordado del vestido sea distinto, de que el tamaño del cuadro sea diferente, de que la base de una obra sea el lienzo y la de la otra el nogal, y de que en la versión original no se haya usado la técnica de barnizado de La Gioconda, que solo se desarrolló a partir de 1508.
Según la fundación, Da Vinci pintó el rostro de Lisa Gherardini, inmortalizada como La Gioconda, en lienzo una década antes de plasmar en madera la sonrisa más enigmática de la historia del arte.
La institución fue creada el año pasado a petición del consorcio privado propietario del lienzo, que le encargó que probara con toda la evidencia histórica y científica disponible si la "primera versión", como la llaman, fue también pintada por el genio del Renacimiento.
Su conclusión, anunciada en septiembre en Ginebra, fue que ambas obras fueron creadas en momentos y lugares diferentes para dos mecenas, pero por la misma persona: Leonardo da Vinci. Hoy la Mona Lisa Foundation anunció que dos nuevos estudios corroboran esa teoría.
El primero es el realizado por Alfonso Rubino, especialista en la geometría de da Vinci, quien afirma sin dudarlo que las construcciones geométricas del lienzo reproducen "los estadios intermedios" del artista.
El segundo estudio es un test con carbono 14 realizado por el Instituto Federal de Tecnología de Suiza, con sede en Zurich, y que habría "confirmado" que la obra fue pintada entre 1410 y 1455, y específicamente, entre 1425 y 1450.
Ante estas "evidencias", la fundación rechaza el argumento de que la pintura sería una copia de la famosa obra del Louvre, sino que sería exactamente al contrario, que La Gioconda sería una nueva versión de la primera, en la que Leonardo retiró del fondo dos columnas que enmarcaban el torso de la mujer y añadió un paisaje más elaborado.
La Mona Lisa, admirada por miles de turistas que diariamente la visitan en el Louvre, parece claramente "más mayor" que su antecesora Esta diferencia de edad es otro de los argumentos para defender la obra porque, según la fundación, si fuera una copia, el que la plagió habría copiado exactamente a la original.
El mismo fundamento se usa para el hecho de que el bordado del vestido sea distinto, de que el tamaño del cuadro sea diferente, de que la base de una obra sea el lienzo y la de la otra el nogal, y de que en la versión original no se haya usado la técnica de barnizado de La Gioconda, que solo se desarrolló a partir de 1508.
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