Plantas de interior: 10 consejos para comprarlas y cuidarlas

1. El momento de la compra.
Comprá sólo en viveros, puestos o establecimientos donde pueda ver que conserven las plantasen condiciones idóneas de temperatura, riego, abono y luminosidad. En el caso de las plantas en flor, observá que la cantidad de flores abiertas no sea superior al 15 por ciento, y también que los restantes capullos estén bien formados. Para comprobar el buen enraizado de la planta, observá si las raíces están bien adheridas a la maceta: no interesa que sean escasas ni excesivas.



2. Cuidados generales.
La mayoría de las plantas que cultivamos dentro de casa son originarias de zonas tropicales y subtropicales: esto es importante porque la idea es intentar brindarles unas condiciones ambientales lo más parecidas posibles a su lugar de origen en cuanto a temperatura, luz, humedad del aire y agua. Recuerde que en el cultivo de plantas de interior, los tres fallos más frecuentes son (en este orden) el exceso de riego, la falta de luz y la baja humedad ambiental.
3. ¿Hay que podar las plantas de interior?
En realidad, lo que hay que hacerles es mucha limpieza, especialmente de malezas, hojas muertas y ramitas secas. Y es importante estar atento a este detalle, porque la planta puede llegar a gastar mucha energía para procesar esos elementos. También hay que prestar atención a las hojas y llevar a cabo lo que algunos llaman la "peluquería de plantas", lo que en realidad no implica más que el recorte de las partes más resecas. Para ese trabajo es fundamental contar con una buena tijera procurando que el corte sea limpio. Jamás arranque los tallos ni use cuchillos.
4. A las plantas hay que "aclimatarlas".
La temperatura más adecuada para la mayoría de las plantas de interior es de unos 15 grados. En un primer momento, cuando se ponga la planta en la habitación por primera vez, se debe dejar que se "aclimate". Para ello, se tendrá que cuidar que la temperatura ambiente no sobrepase en ningún momento los grados que el ejemplar requiera, dato que podrá obtenerse al momento de la compra. De esta forma, se evitarán problemas y posibles daños irreparables para ella. Luego, con el tiempo, la planta soportará mejor los eventuales cambios de temperatura. Otro dato es que la planta va encontrando su lugar. Por eso, cuando no resultan, en vez de tirarlas, es mejor cambiarlas de sitio buscando variar las condiciones de aire y luz.
5. La mejor estación.
La primavera es el momento ideal para trasplantar y adquirir nuevas plantas, ya que, al no haber calefacción, éstas se adaptarán mucho mejor al ambiente. También se trata de la estación clave para fertilizarlas, porque es en esos meses cuando la savia empieza a trabajar y querer absorber nutrientes que se le han ido yendo. En otras palabras: es en primavera cuando la planta más que nunca quiere ser fértil.
6. Plantas en el dormitorio, ¿sí o no?
Salvo que se trate de un dormitorio de grandes dimensiones, es mejor evitarlo. Distinto es el caso del baño, que por sus ondiciones de humedad y luminosidad puede llegar a constituir un espacio ideal para algunas especies (siempre y cuando no se sobrecargue).
7. La importancia de fertilizar.
La planta que crece en una maceta necesita especialmente de la fertilización, ya que el sustrato que puede entrar en el recipiente es realmente muy poco, a lo que se suma que con el riego éste se va "gastando". En un jardín, en cambio, la planta tendría un aporte de la materia orgánica que con el tiempo se regenera. En cualquier caso, lo más recomendable es apostar a los fertilizantes granulados, que se echan en la tierra como si se salara una comida (sin enterrar) tras lo cual la planta se riega para que el producto penetre. La ventaja de los fertilizantes granulados es que se liberan lentamente, lo que no sólo ayuda a que rindan más, sino que además permite que la planta no reciba un shock de nutrientes, sino que vaya tomándolos de a poco según sus necesidades.
8. ¿Qué pasa si una planta se enferma?
Corte una hoja y llévela al vivero. Es la hoja la que brindará toda la información sobre la salud de la planta y la pauta para decidir si es necesario fumigarla y con qué. De a poco, vamos a ir aprendiendo a qué pestes son susceptibles nuestras plantas, y que variables climáticas las pueden estar afectando.
9. ¿Qué hacer con las plantas durante las vacaciones?
Si no disponemos de un amigo o familiar que riegue las plantas durante nuestra ausencia, una opción es instalar un sistema de riego automático, que básicamente consiste en una manguera conectada a una canilla que se regula para ir soltando poco a poco el agua que las plantas necesitan. Otro consejo es dejarlas a la sombra y juntas, de modo que entre ellas mismas generen una especie de "microclima húmedo". En cuanto a la humedad ambiental, una alternativa para aumentarla es colocarlas sobre un conjunto de piedras en un charco de agua, pero procurando que las raíces no la toquen, porque se pudrirían.
10. ¿Cuánto regar nuestras plantas?
Regar una planta es algo bastante sencillo, lo que no es tan fácil es saber cuánta cantidad de agua necesita cada ejemplar. Una posibilidad es averiguar el dato en el lugar en que la adquirimos, otro, sencillamente, pasa por aprender a mirarla teniendo en cuenta diversos factores como el aspecto de las hojas, de sus flores y de la planta en general. Si está pasando sed, las hojas tendrán un color apagado sin brillo e incluso amarillento hasta que, finalmente, se caigan. Otro consejo es que el agua de riego debe estar a la temperatura de la habitación en que se encuentra la planta: ni excesivamente caliente ni fría.

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