Día de la Tradición
San Antonio de Areco celebró las siete décadas de la fiesta.
En 1939, se eligió la fecha del nacimiento de José Hernández, autor del Martín Fierro, como elDía de la Tradición. Las sedes bonaerenses oficiales serían San Antonio de Areco y Luján y la cita, cada 10 de noviembre. Entre las peregrinaciones y el crecimiento urbano, Luján perdió la costumbre, pero San Antonio sigue firme como lugar de encuentro en la provincia de Buenos Aire s.
Este año, como todos, el ambiente fue festivo y se convirtió en una buena oportunidad para disfrutar de las bondades del campo: el aire libre, las artesanías, el asado, el vino y la chacarera. También fue el momento ideal para lucir lo mejor: desde el pañuelo en el cuello, siempre llamativo (en lo posible rojo), el facón en la faja, la boina o el sombrero, hasta las bombachas y las botas de cuero. Todos fueron vestidos para la ocasión.
Cruzando el Puente Viejo, el predio de 90 hectáreas que conforma el Parque Criollo Ricardo Güiraldes se convirtió en pasarela para los lugareños, los turistas y los vecinos de otros pueblos que visitaron la ciudad devenida en La Meca de la tradición. El Museo Gauchesco de la Provincia de Buenos Aires, ex estancia del autor de Don Segundo Sombra, abrió sus puertas al malón y el olor a leña avisaba que la carne ya estaba en el asador.
La transmisión de costumbres, relatos y creencias es el eje del Día de la Tradición, desde hace 70 años y sigue siendo un buen motivo para reencontrarse con la vida y obra de los próceres de la literatura gauchesca nacional, Güiraldes y Hernández. Mestizaje, música y familia son parte de la postal telúrica de cada 10 de noviembre.
En 1939, se eligió la fecha del nacimiento de José Hernández, autor del Martín Fierro, como elDía de la Tradición. Las sedes bonaerenses oficiales serían San Antonio de Areco y Luján y la cita, cada 10 de noviembre. Entre las peregrinaciones y el crecimiento urbano, Luján perdió la costumbre, pero San Antonio sigue firme como lugar de encuentro en la provincia de Buenos Aire s.
Este año, como todos, el ambiente fue festivo y se convirtió en una buena oportunidad para disfrutar de las bondades del campo: el aire libre, las artesanías, el asado, el vino y la chacarera. También fue el momento ideal para lucir lo mejor: desde el pañuelo en el cuello, siempre llamativo (en lo posible rojo), el facón en la faja, la boina o el sombrero, hasta las bombachas y las botas de cuero. Todos fueron vestidos para la ocasión.
Cruzando el Puente Viejo, el predio de 90 hectáreas que conforma el Parque Criollo Ricardo Güiraldes se convirtió en pasarela para los lugareños, los turistas y los vecinos de otros pueblos que visitaron la ciudad devenida en La Meca de la tradición. El Museo Gauchesco de la Provincia de Buenos Aires, ex estancia del autor de Don Segundo Sombra, abrió sus puertas al malón y el olor a leña avisaba que la carne ya estaba en el asador.
La transmisión de costumbres, relatos y creencias es el eje del Día de la Tradición, desde hace 70 años y sigue siendo un buen motivo para reencontrarse con la vida y obra de los próceres de la literatura gauchesca nacional, Güiraldes y Hernández. Mestizaje, música y familia son parte de la postal telúrica de cada 10 de noviembre.
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