Los 11 mejores chocolates para comprar en el quiosco




En el quiosco, frente a una oferta interminable de tabletas de chocolate, cada situación de tu día a día puede corresponder a un chocolate distinto. Estos son nuestros favoritos para cada momento.

1. PARA DESPUES DEL SEXO: Toblerone. Hoy, que la sociedad bien pensante ve al cigarrillo con malos ojos, un chocolate puede ser una gran alternativa para la sobremesa del sexo: se comparte y se disfruta en goloso silencio. ¿Cuál elegir? El mejor para ese momento es el Toblerone, uno de los más ricos, un top indiscutido del quiosco. Con textura de almendras, endulzado con miel y fisonomía que hace honor a los Alpes suizos. Exito total.

2. PARA LLEVAR A LA CANCHA: Misky. Aquí no vale hacerte el fino. Te comiste un paty con tricapa de mostaza, kétchup y mayonesa; tomaste una Coca aguada y sin gas. No estás para delicadezas. Entre lo barato y grande del quiosco, lo mejor es el Chocolate con leche Misky, que le saca dos vueltas, por ejemplo, al berreta Hamlet con cookies.

3. PARA LA HORA DEL TE: Biznikke Nevado. Una galletita cubierta de un mix de chocolate blanco y negro de calidad básica, con una consistencia mayor que si fuese puro chocolate. Compañero perfecto para un té negro, o incluso un mate cocido. Además, suma aires retro, que nos llevan directo al corazón de los felices ochenta (¿felices?...ok, olvidemos la hiperinflación, las pascuas de Alfonsín y todo eso).

4. PARA QUE ELLA LE REGALE A EL: todos los de la línea Cadbury. Si existe una marca que apunta a cortar con la dulzura casi melosa de otros chocolates (por ejemplo, el Dos Corazones) y se convierte en un choco ideal para que una chica le regale a un chico, esa marca es Cadbury, con lindo packaging y vicioso sabor. Las opciones clásicas son siempre bienvenidas: el Dairy Milk, por ejemplo, es tradicional y efectivo; lo mismo que el Cream, de chocolate blanco. Si te querés jugar a lo “exótico”, andá por el Tres Sueños, que mezcla chocolate con leche, blanco y semiamargo.

5. PARA COMER SOLA, UN SABADO DE MADRUGADA, MIRANDO UN CAPITULO REPETIDO DE WILL & GRACE, PREGUNTANDOTE COMO LLEGASTE A ESA SITUACION: Milka de 170 gramos . A momentos límites, decisiones límites: salí del pozo a fuerza de toneladas de azúcar y dulzor, con un Milka de 170 gramos de chocolate con castañas de cajú y caramelo. Uno de los mejores productos que podés encontrar en los quiscos en tamaño familiar. Vale acompañarlo de: dulce de leche, Baileys o un copón de vino tinto (y si un sommelier te dice que el vino tinto no marida con los chocolates con leche, mandalo al carajo).

6. PARA QUEDAR BIEN CON EL HIJO DE TU PAREJA: Kinder Maxi. ¿Tu pareja tiene un hijo? Ganate su confianza de la manera más artera: llevale siempre un regalo. Entre las tabletas, ganan dos infantiles clásicas: el chocolatín Jack, para chicos de hasta diez años, y para los niños más pequeños, la tabletita Kinder Maxi, de sabor adictivo y extra suave. Los Arcor tipo Power Rangers y similares, sí, son baratos, pero sí, son feos. Idem las Moneditas de Oro y los Paragüitas (aunque tu nostalgia te indique lo contrario, son horribles).

7. PARA REEMPLAZAR A LA BARRITA DE CEREALES DESPUES DEL GYM: Cadbury Yogurth. ¿Sos de comer una barrita dietética de cereales todas las mañanas, creyendo que así mantenés la línea y satisfacés tus necesidades empalagosas? Para vos existe la barrita Cadbury Yogurth con frutilla. No es que sea light, pero “parece” más sana. Calma tu sed de azúcar, sin hacerte sentir tan culpable.

8. PARA EL BAJON DEL DESPUES: Spicy Fort. Por lo que cuentan por ahí, para el bajón del después, lo mejor es un chocolate no demasiado dulce, para no cortar el viaje, pero sí lo suficiente como para levantar el ánimo azucarero. Este Spicy Fort (de FelFort) es una delicadeza que trae chili y pimienta. En ese momento –literalmente- te pueden hacer flashear.

9. PARA LA CENA EN CASA DE TUS SUEGROS: Aguila Mousse Relleno. Lo ideal es ir con una caja de bombones Vasalissa o con unas flores, pero si lo tuyo es el ahorro, o querés dar un mensaje desde el vamos, en los quioscos encontrarás al Aguila Mousse Relleno: packaging algo “grasa-de-luxe”, de tonos dorados brillantes, con la elegante y antigua palabra mousse impresa en letras gigantes. Es uno de esos chocolates que tienden a gustar a todos, por ser suaves, blandos (lo puede comer hasta el abuelo), y bien dulces. Otra opción: el Aguila Capuccino, para la sobremesa.

10. PARA UN MOMENTO GOURMET: Lindt. Si estás por fumar un puro, y ya te serviste un cognac, debés ir a los chocolates amargos de verdad. Los quioscos de barrio no venden más que mezclas semiamargas, que no podrán hacerse cargo de la situación. Así que buscá un drugstore y elegí un Lindt de 85% cacao ($24). En formato industrial, es lo mejor que podrás encontrar en el país. Amargo, intenso, largo en boca. Para ir comiendo y disfrutando de a pequeños bocados. Si te parece demasiado exagerado, una opción apta para paladares de todo público es el Orange Intense Dark: más dulce, con muy buen toque de naranjas.

11. PARA EL CINE: Coffler Block. En el cine, siguiendo la tradición, nada como el mix de maní y chocolate. En lo que respecta a tabletas, la elección obvia recaería en el famoso Shot, pero, si de elegir se trata el que más nos gusta es el Coffler Block. La cantidad de maní está balanceada, y presenta buena textura y rico sabor.


por Ignacio Rivera / fotos: Pablo Mehanna

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